Blogia

Mi espacio personal

El cable, en línea con la Sociedad de la Información y el Conocimiento

La liberalización de las telecomunicaciones, la rápida expansión de Internet y de todas aquellas herramientas que garantizan un acceso cada vez más eficaz a la información, han abierto múltiples posibilidades en el seno de la Sociedad de la Información y el Conocimiento. La red de telecomunicaciones por cable se perfila en este contexto como una de las mejores opciones a la hora de integrar los servicios de telefonía, televisión e Internet con máxima calidad y altas velocidades.
La gran diferencia en el acceso a Internet a través del cable está en la velocidad y en el hecho de que se trata de una conexión exclusiva que funciona las 24 horas del día. Aunque son muchas las posibilidades que ofrece el cable (ya se trate de fibra óptica, coaxial o de las redes híbridas de fibra óptica - coaxial -HFC-), el servicio para el que fue diseñada esta tecnología es la televisión. Sin embargo, no todo termina con una lista de cientos de canales. La ampliación de sus posibilidades permitirá seleccionar programas y películas a la carta, grabar emisiones en directo, permitirá visualizar la televisión convencional sin interferencias (sin olvidar la televisión digital), participar en concursos interactivos, acceder a un sinfín de teleservicios y a Internet. Mediante el servicio de telefonía básica los usuarios también dispondrán de una alternativa a los operadores tradicionales. Todo ello a través de un único conector y, lo más sorprendente, de forma simultánea.
En España las operadoras de cable se agrupan alrededor de grandes empresas de telecomunicación. Andalucía, en su constante lucha por superar las barreras que históricamente la han sumido en un retraso respecto a la mayor parte de las comunidades españolas, apuesta también por el cable. En la comunidad autónoma andaluza (con 1.731 kms de fibra óptica y 7.304 kms de cable coaxial), las adjudicaciones de cable en el territorio corresponden a Supercable-Auna, que opera en Sevilla, Córdoba, Málaga, Granada, Jaén y Almería, y Ono, presente en las provincias de Huelva y Cádiz.
Pero no todo son maravillas en el mundo del cable. Uno de los inconvenientes fundamentales que presenta esta tecnología es la falta de infraestructuras que soporten transmisiones de banda ancha, algo que, visto desde otro punto de vista, no es un problema imposible de abordar. Basta con invertir y apostar por el desarrollo tecnológico para avanzar hacia el progreso. Además, esta nueva situación se presenta ante las Administraciones como una oportunidad para lanzarse al desarrollo económico y social. El cable es una tecnología de la que ya se benefician el 90% de los hogares de Estados Unidos y más de 35 millones en la Unión Europea. En todo caso, una opción para las comunicaciones que presenta múltiples ventajas y se perfila como uno de los protagonistas del desarrollo tecnológico del futuro.

Breves apuntes para el periodismo digital

El soporte es un elemento que determina, condiciona y modula la forma en que el receptor o destinatario de un medio recibe la información. ¿Qué ha pasado con el periodismo desde la llegada de la World Wide Web? ¿Ha nacido realmente un nuevo medio de comunicación consciente de las posibilidades de la era digital? Internet y las nuevas tecnologías pueden abrir las puertas para la publicación de información a escala global sin límites, pero lo cierto es que muchos periódicos digitales parecen no haberse desligado aún completamente de las ediciones en papel.

Múltiples obstáculos se interponen todavía entre el usuario medio y la publicación on line. Como se ha concluido en Netmedia, la cita anual de periodismo celebrada en Londres, la mayoría de webs informativas tienen una arquitectura y una navegabilidad que deja a los usuarios fuera de combate. Y es que el creador de un periódico digital no debe ni puede olvidar en ningún momento el concepto de usabilidad. Hay que anticiparse a los intereses y necesidades de los lectores, permitiéndoles acceder a aquella información que busca de forma rápida y fácil. Recordando a Giovani Sartori, para quien la palabra como principal instrumento simbólico queda destronada en la cultura audiovisual por la imagen, los elementos formales pueden ser de gran ayuda en la consecución de ese propósito.

En primer lugar, el periodista debe olvidarse de la edición impresa, evitando la tentación de colgar en la red aquello que publica en prensa escrita. La pantalla soporta mucho peor la lectura que el papel. El diario digital, por tanto, debe tener menos del 50% de texto del periódico impreso, lo que no quiere decir que la información que contenga sea superficial y debe abandonar el formato por columnas, característico de la prensa tradicional. La cultura de la imagen, antes mencionada, ha educado a los usuarios en el lenguaje audiovisual, por lo que la inclusión de infografías y gráficos es fundamental (como bien hace El Mundo), y no sólo para facilitar la comprensión de la información sino, también, para atraer al lector hacia la misma. La selección del color (preferentemente claros para los fondos), de una tipografía adecuada (las de palo seco, como la Arial, facilitan la lectura) y el tamaño de la misma, son aspectos que deben cuidarse con detalle. La página de inicio debe presentar una estructura clara y ordenada, donde se acceda sin dificultad a las diferentes secciones, servicios e informaciones, y evitando la sobrecarga de elementos que puedan saturar la capacidad de atención del lector (incluida la publicidad). Es necesario, igualmente, destacar los elementos de mayor importancia (cabecera, titulares, palabras enlazadas, entradillas…) para que llamen la atención del usuario y éste las perciba al instante.

Por otra parte, la usabilidad exige además que el acceso a aquello que se busca sea fácil, rápido y eficaz. La interactividad es fundamental en el proceso comunicativo, algo que Internet hace posible a través de enlaces e hipertextos (el usuario profundiza sólo en aquello que le interesa) y diversas opciones que se ofrecen al lector, como la de imprimir el texto, por ejemplo.

En cuanto a las normas redaccionales, continuará vigente la pirámide invertida y seguirán primando los principios de claridad, concisión y sencillez, presentes en toda obra periodística. Una de las ventajas que el medio digital ha de aprovechar para incrementar la competitividad frente a la prensa tradicional es la actualización continua de los contenidos, algo presente en la edición digital de El Mundo. La corrección idiomática, por otra parte, debe perseguirse siempre en el ámbito periodístico.

El avance del periodismo digital plantea la necesidad de encontrar nuevas fórmulas narrativas y formales desvinculadas ya de los medios impresos: el periodista electrónico necesita un libro de estilo acorde a la labor que realiza en medios digitales.

Por la coexistencia entre la gratuidad y el pago

¿Hacer de pago todo o parte de los contenidos online? El debate está hoy más presente que nunca en el mercado editorial electrónico. Si bien es verdad que Internet surgió ligada al principio utópico de democratizar el conocimiento, de hacer llegar a todos la información existente en la red, lo cierto es que la rentabilidad de algunos de los medios digitales está en entredicho.
La reconversión para una importante parte de las editoras digitales parece estar fuera de duda. Ahora bien, los periódicos gratuitos se están comiendo poco a los de pago, y no sólo en la red. Periódicos de pago como El Correo llevan diez años perdiendo audiencia de forma progresiva, tanto por la aparición de Internet como por incursión de los diarios gratuitos en el mercado. Y es que, ¿por qué pagar por una información si puedes acceder a otras (y no pocas) gratis en otro sitio? La Razón Digital o La Vanguardia, por ejemplo, dejan leer la totalidad de sus noticias sin ningún tipo de prestación a cambio. Este es el planteamiento de la mayoría de los usuarios de la red, según muestra una serie de estudios realizados en Estados Unidos, Australia y Europa.
Ahora bien, la necesidad de contar con información veraz de calidad continúa siendo de vital importancia en nuestra sociedad. Si el cobro reporta ciertamente un valor añadido al usuario, ¿por qué rechazarlo de buenas a primeras? Considero positiva la propuesta de aquellos periódicos on line que, a partir de un servicio básico de información gratuito, permite acceder a muchas otras posibilidades, siendo estas últimas ya de pago. Así, por ejemplo, el usuario suscrito pagaría por una información escasa en Internet (no ya por lo que todos los medios ofrecen gratuitamente), reportajes de investigación, información muy específica o personalizada. Es el caso, por ejemplo, de la versión digital de El Mundo, el sitio web diario español más consultado. Gumersindo Lafuente, director de este periódico, afirma que se puede informar en la red sin cobrar ni un solo euro. Así, a través de elmundo.es es posible consultar las noticias completas en versión digital y los titulares y las entradillas de las noticias de la edición impresa de forma gratuita, aunque el acceso posterior a los artículos completos y al servicio de hemeroteca son de pago. El modelo adoptado por periódicos como El País en su versión digital, de pago en su totalidad, ha demostrado ser con el paso del tiempo ineficaz y poco rentable.
A pesar de que creo que los medios digitales no deben considerar el sistema de suscripciones como principal fuente de beneficio (como se planteó en el V Congreso Nacional de Periodismo Digital) pienso que la coexistencia entre la gratuidad y el pago es la mejor manera de satisfacer las necesidades de los distintos perfiles de usuarios, tanto de aquellos que sólo requieren un primer acercamiento a la información del día como de los que demandan servicios de una mayor calidad.

Periodismo en Internet, un medio aún sin nombre

No hace mucho tiempo, Internet llegó a nuestras vidas dando paso a lo que posteriormente sería toda una revolución. El tiempo de ocio y las relaciones interpersonales se vieron afectadas, pero no fueron las únicas: ¿qué ha pasado con el periodismo desde la llegada de la World Wide Web?

Desde el principio, Internet se reveló como el medio ideal, como un medio que ofrecía múltiples ventajas desde el punto de vista tecnológico. Internet aunaba en un sólo producto características pertenecientes a otros medios, de forma separada. A través de la red tenemos, en un solo ejemplar, todo un producto multimedia en el que el lector tiene libre acceso tanto a productos textuales como audiovisuales.

Entonces, ¿es lícito seguir hablando de periódicos on line? Las diferencias existentes entre la prensa escrita y la prensa digital son evidentes. La web rompe la rutina de la periodicidad diaria y da paso a la actualización continua de los contenidos, como es el caso de Estrella digital o de elmundo.es o, como ocurre con elpais.es, se permite al lector personalizar la recepción de informaciones en función de sus intereses. El denominado “periódico digital” ha innovado también en el ámbito de los géneros introduciendo infografías animadas, foros o blogs en los que los usuarios, además, participan. El hipertexto, presente en la mayor parte de los medios digitales, posibilita, además, profundizar en las informaciones hasta límites inimaginables.

Si el periodismo digital no tiene nada que ver con el periodismo impreso, ni siquiera ya desde un punto de vista formal (tiene un mayor atractivo visual), ¿por qué no darle un nombre que realmente lo bautice ya como el nuevo medio que es? Podríamos pasar a denominarlos clickmedia, haciendo referencia al golpe de ratón que da acceso a estos contenidos, o newscreen, ya que la terminología anglosajona se ha puesto de moda, algo así como “noticias en pantalla”. Imagine por un momento el eslogan: “toda la información y mucho más en el XXX. Por fin un clickmedia a su medida”, o piense en usted mismo comentando que hoy no ha podido acceder a sus newscreens favoritos. De un modo u otro, lo cierto es la necesidad urgente que tiene el periodismo digital de ser llamado como realmente se merece.

La pirámide invertida y el hipertexto, una combinación perfecta para la red

Desde los orígenes del periodismo (no olvidemos que ya en Roma existieron anales históricos y actas que incluían noticias de actualidad y comentarios) la llegada de nuevos medios ha ido incorporando progresivamente cambios en el sector. De acuerdo con la aparición de cada medio de difusión, como son la imprenta, la radio y la televisión, el periodismo ha ido evolucionando según las exigencias y posibilidades que cada medio impone, de manera que, actualmente, se entienda que para cada medio hay una forma de ejercer el oficio comunicativo.

Ahora bien, ¿qué ocurre con la llegada de los medios digitales? Llegados a este punto, es necesario mencionar la discusión surgida en torno a la eficacia u obsolescencia de la pirámide invertida en la red. Hay quien piensa que el traslado de esta técnica redaccional a la web limita enormemente las posibilidades hipertextuales del nuevo medio. Es el caso, por ejemplo, del profesor Ramón Salaverría, para quien la aparición de Internet requiere una evolución paralela en los modos de redactar la información.

Sin embargo, existen diversas razones por las que es lícito pensar que la pirámide invertida sigue siendo útil en la red. Teniendo en cuenta la opinión de Jakob Nielsen, quien afirma que la lectura sobre la pantalla es un 25% más lenta que sobre el papel, esta estructura redaccional permitirá al lector enterarse desde el primer párrafo del suceso incluyendo el quién, qué, cuándo, cómo, dónde y por qué del mismo. Otros autores, como Mario García, insisten en que la web está diseñada para escanear visualmente la información y no para leerla, lo que otorga legitimidad a la técnica piramidal del texto.

La pirámide invertida permite al lector buscar rápidamente aquello que pueda interesarle y profundizar sólo en determinadas cuestiones, para lo que la red incorpora ya una fórmula específica de este nuevo medio: el hipertexto. Este nuevo elemento tiene la capacidad de dotar a la escritura y a la lectura de un modelo estructural muy próximo al del pensamiento, que funciona por procesos asociativos y no ya de modo lineal. Así, frente a las limitaciones de los primeros soportes telemáticos electrónicos, como el videotex o el teletexto, condicionados en todo momento por las restricciones derivadas del pequeño espacio de pantalla, el hipertexto proporciona un volumen infinito a la información. Permite contextualizar y profundizar en la información hasta límites insospechados. La conjunción de la técnica de la pirámide invertida y el hipertexto ofrece, además, múltiples posibilidades hasta entonces desconocidas. Es la multitextualidad, la capacidad de un texto de ser utilizado para diversos medios, desde el teléfono móvil al periódico impreso, pasando por el nuevo soporte PDA o la web. Ante esta realidad, ¿podemos seguir afirmando que la pirámide invertida ha dejado de tener vigencia con la llegada de los medios digitales?

Un teléfono móvil, infinitas ventajas para el periodista

La telefonía móvil es, sin duda, una de las tecnologías de mayor implantación en los últimos años, tecnología que ha pasado a convertirse, a pesar de su juventud, en un instrumento indispensable para la comunicación humana.

Su facilidad de uso y la cobertura mundial que ofrece son sólo algunas de las ventajas de estos productos. Las prestaciones que ofrece la telefonía móvil son innumerables: participación en foros, chats, navegar por Internet, lectura de documentos de distinto formato, acceso a cuentas de correo electrónico, sin olvidar los servicios básicos multimedia, como el servicio de mensajería instantánea.

Podemos hablar de una redefinición del concepto de teléfono móvil para pensar no ya en una simple herramienta capacitada para realizar y recibir llamadas, sino en un instrumento adaptado a las necesidades de los distintos perfiles de los destinatarios. Los teléfonos móviles son ya cámaras fotográficas, instrumentos de recepción de noticias o incluso, dispositivos de televisión portátil. Estas características han hecho de este aparato una herramienta indispensable para el profesional de la información, al que facilita la transmisión de datos en tiempo real. Así, el ente público de la radiotelevisión británica, la BBC, ha puesto en marcha un proyecto para potenciar las posibilidades informativas del teléfono móvil. Para ello, la cadena utiliza el modelo Nokia 3650, aunque adaptado con equipamientos especiales para ofrecer una más amplia resolución y una memoria de aproximadamente quince minutos de vídeo grabado.

El teléfono móvil es un elemento fundamental para el periodista del presente y del futuro, un instrumento que, donde quiera que esté, le permitirá mandar la noticia a tiempo. El periodista noruego Oyvind Woie, por ejemplo, envió textos directamente desde el teléfono móvil a la web de su diario, Vart Land. Por otro lado, la cadena Norwegian Broadcasting Corporation (NRK) emitió en vivo para todo el país imágenes de video capturadas directamente desde un teléfono móvil, durante la celebración de una competición de Ski en Vasaloppet.

La telefonía móvil ha revolucionado el mundo de las telecomunicaciones convirtiendo al periodista, y a cualquier usuario, en un centro de comunicación portátil. Es necesario destacar, sin embargo, que las posibilidades informativas de estos aparatos ofrecen aún todo un mundo de posibilidades. Lo mejor está por llegar.

Un enchufe, todo un mundo de posibilidades

La Power Line Communication (PLC) es, sin duda, una de las tecnologías más prometedoras del momento. Aunando innovación y fiabilidad, la PLC ha revolucionado el mundo de las telecomunicaciones al hacer posible acceder a Internet a través de la red eléctrica.

En España, la empresa pionera en el desarrollo de esta tecnología es Iberdrola. Para acceder a esos servicios, es necesario dotar a la red eléctrica de determinados dispositivos de telecomunicaciones. En primer lugar, cualquier empresa o usuario doméstico deberá contar con un módem PLC, equipo que, además de proporcionar acceso a Internet, permite hacer uso de un servicio telefónico de voz. El módem de usuario se conecta con el "Repetidor" , un equipo que soporta hasta 256 módems y que, a su vez, se conecta con un equipo "Head End" , situado ya en los centros de transformación de la compañía eléctrica.

La tecnología PLC, que no requiere ninguna instalación previa por parte del usuario, encuentra su principal ventaja en la utilización de una infraestructura ya existente. Así, la implantación de la PLC permitirá alcanzar zonas a las que no llegan el ADSL ni el cable, pero sí la electricidad. Es necesario considerar también su bajo coste (ni siquiera supone un incremento de la factura eléctrica) y la conexión permanente e ininterrumpida que nos dará acceso a una multiplicidad de servicios de telecomunicaciones: telefonía, Internet a alta velocidad, domótica, televisión interactiva, teleseguridad… Además, la PLC, implantada ya en países como Estados Unidos, Alemania o Francia, ofrece simetría en la velocidad de transmisión de bits en la subida y bajada de información, pudiendo alcanzar velocidades muy superiores a la del ADSL. Daniel Merino y Eva López, ingenieros de la empresa de telecomunicaciones Tecnocom, definen a esta tecnología como la clara competidora del ADSL para ofrecer servicios de banda ancha masivos, tanto en el ámbito doméstico como en el empresarial.

Es evidente cómo la llegada de la tecnología PLC da un paso más hacia la llamada Sociedad de la Información a la vez que ofrece todo un mundo de posibilidades, un mundo en el que un simple enchufe eléctrico se convierte en un complejo puerto de telecomunicaciones.

La Televisión Digital Terrestre: un paso tecnológico decisivo pero, ¿todo son ventajas?

Desde la llegada de la televisión en color en los años 70, la Televisión Digital Terrestre (TDT) se configura como el paso tecnológico más importante para la comunicación audiovisual.

La TDT, de acceso gratuito y abierto, no sólo implica una mejora de la calidad técnica de la imagen y del sonido, sino que convierte al televisor en un terminal multimedia. El espectador podrá participar activamente en los programas, podrá navegar, realizar videoconferencias, enviar correos electrónicos, acceder a guías electrónicas de programación, consultar el estado del tráfico o descargar contenidos de todo tipo.

Ahora bien, el salto de la televisión analógica a la televisión digital, previsto en España para el año 2010, nos lleva a plantearnos cuestiones de vital relevancia para el desarrollo del panorama televisual español. Es evidente, en primer lugar, que la mayor amplitud de ancho de banda del digital y el consiguiente aumento del número de canales disponibles no promete necesariamente una televisión de contenidos de mayor calidad. De hecho, los operadores que en la actualidad emiten en digital (Net TV - participada en un 75% por Vocento y en un 25% por el Grupo Árbol- y Veo TV, de Unedisa y Recoletos) no presentan una oferta demasiado atractiva algo que, quizás, esté condicionado por la escasa demanda por parte del público y la falta de descodificadores en el mercado (única alternativa a la compra de un televisor compatible con la emisión en digital). Respecto a este último punto, otra desventaja sería la inversión a la que los usuarios se verán obligados para consumir televisión digital.

Un mayor número de canales, servicios interactivos o mayor calidad de recepción son algunas de las ventajas que se nos están vendiendo sobre este proyecto televisivo. La Televisión Digital Terrestre es indiscutiblemente la televisión de futuro pero, ¿supone realmente un gran paso hacia la Sociedad de la Información?

LA TELEVISIÓN DIGITAL TERRESTRE: UN PASO TECNOLÓGICO DECISIVO PERO, ¿TODO SON VENTAJAS?

Desde la llegada de la televisión en color en los años 70, la Televisión Digital Terrestre (TDT) se configura como el paso tecnológico más importante para la comunicación audiovisual.

La TDT, de acceso gratuito y abierto, no sólo implica una mejora de la calidad técnica de la imagen y del sonido, sino que convierte al televisor en un terminal multimedia. El espectador podrá participar activamente en los programas, podrá navegar, realizar videoconferencias, enviar correos electrónicos, acceder a guías electrónicas de programación, consultar el estado del tráfico o descargar contenidos de todo tipo.

Ahora bien, el salto de la televisión analógica a la televisión digital, previsto en España para el año 2010, nos lleva a plantearnos cuestiones de vital relevancia para el desarrollo del panorama televisual español. Es evidente, en primer lugar, que la mayor amplitud de ancho de banda del digital y el consiguiente aumento del número de canales disponibles no promete necesariamente una televisión de contenidos de mayor calidad. De hecho, los operadores que en la actualidad emiten en digital (Net TV - participada en un 75% por Vocento y en un 25% por el Grupo Árbol- y Veo TV, de Unedisa y Recoletos) no presentan una oferta demasiado atractiva algo que, quizás, esté condicionado por la escasa demanda por parte del público y la falta de descodificadores en el mercado (única alternativa a la compra de un televisor compatible con la emisión en digital). Respecto a este último punto, otra desventaja sería la inversión a la que los usuarios se verán obligados para consumir televisión digital.

Un mayor número de canales, servicios interactivos o mayor calidad de recepción son algunas de las ventajas que se nos están vendiendo sobre este proyecto televisivo. La Televisión Digital Terrestre es indiscutiblemente la televisión de futuro pero, ¿supone realmente un gran paso hacia la Sociedad de la Información?

LA TELEVISIÓN DIGITAL TERRESTRE: UN PASO TECNOLÓGICO DECISIVO PERO, ¿TODO SON VENTAJAS?

Desde la llegada de la televisión en color en los años 70, la Televisión Digital Terrestre (TDT) se configura como el paso tecnológico más importante para la comunicación audiovisual.

La TDT, de acceso gratuito y abierto, no sólo implica una mejora de la calidad técnica de la imagen y del sonido, sino que convierte al televisor en un terminal multimedia. El espectador podrá participar activamente en los programas, podrá navegar, realizar videoconferencias, enviar correos electrónicos, acceder a guías electrónicas de programación, consultar el estado del tráfico o descargar contenidos de todo tipo.

Ahora bien, el salto de la televisión analógica a la televisión digital, previsto en España para el año 2010, nos lleva a plantearnos cuestiones de vital relevancia para el desarrollo del panorama televisual español. Es evidente, en primer lugar, que la mayor amplitud de ancho de banda del digital y el consiguiente aumento del número de canales disponibles no promete necesariamente una televisión de contenidos de mayor calidad. De hecho, los operadores que en la actualidad emiten en digital (Net TV - participada en un 75% por Vocento y en un 25% por el Grupo Árbol- y Veo TV, de Unedisa y Recoletos) no presentan una oferta demasiado atractiva algo que, quizás, esté condicionado por la escasa demanda por parte del público y la falta de descodificadores en el mercado (única alternativa a la compra de un televisor compatible con la emisión en digital). Respecto a este último punto, otra desventaja sería la inversión a la que los usuarios se verán obligados para consumir televisión digital.

Un mayor número de canales, servicios interactivos o mayor calidad de recepción son algunas de las ventajas que se nos están vendiendo sobre este proyecto televisivo. La Televisión Digital Terrestre es indiscutiblemente la televisión de futuro pero, ¿supone realmente un gran paso hacia la Sociedad de la Información?

El periodista digital, un profesional al servicio de las nuevas tecnologías

La precariedad laboral y el debate acerca de la necesidad de regularizar la profesión son dos constantes que han acompañado al periodista a lo largo de las últimas décadas. Ahora bien, a pesar de la llegada del ciberperiodismo y la consolidación de Internet como nuevo soporte y nueva herramienta de trabajo la situación no mejora.

Las nuevas tecnologías posibilitan que la información sea accesible desde cualquier lugar y en cualquier momento: teléfonos móviles, agendas electrónicas, transmisión de información vía satélite, ordenadores portátiles, conexiones inalámbricas de banda ancha… Sin embargo, la realidad del periodista multimedia se aleja bastante de las ventajas que aparentemente ofrecen estos adelantos. Los medios exigen al profesional de la información la captura de registros sonoros y visuales, la redacción de textos periodísticos, la toma de fotografías digitales y, lo peor de todo, la transmisión inmediata de la información. Como en una ocasión afirmó Javier Díaz Noci, profesor experto en periodismo digital, “no se puede con todo”.

Con todo, es necesario afirmar que la irrupción de nuevas tecnologías en el panorama mediático no es del todo negativa. La videoconferencia, por ejemplo, permite realizar entrevistas en directo, recabar información, acudir a ruedas de prensa o dar una noticia sin necesidad de que el periodista abandone la redacción. Por otra parte, los gabinetes de prensa o de comunicación de las empresas e instituciones están utilizando el correo electrónico y sus páginas web para transmitir tanto comunicados oficiales como para enviar documentos y, además, comienzan a ofrecer ruedas de prensa por videoconferencia (es el caso, por ejemplo, del Departament de Presidencia de la Generalitat de Catalunya).

La solución a la explotación del periodista multimedia parece estar en la especialización. La conversión del trabajo del periodista digital en un trabajo en equipo coordinado posibilitaría el surgimiento de una profesión perfectamente adecuada a las nuevas tecnologías y, en consecuencia, a un periodismo de calidad.

Periodismo participativo: una forma alternativa de comunicación

La llegada de Internet a nuestras vidas ha supuesto toda una revolución, un fenómeno que nos ofrece un amplio abanico de oportunidades tanto para el tiempo de ocio como para el ámbito laboral: compras on line, acceso a la realidad virtual, educación a distancia, difusión masiva del conocimiento… Sin embargo, la World Wide Web, tecnología que además se presenta como un recurso de fácil acceso, es mucho más que eso.

Como respuesta a las necesidades del ciudadano del siglo XXI que, ante todo, necesita estar informado, han surgido las weblogs, espacios virtuales en los que el público participa. Dichos espacios han hecho posible la democratización de la información y han consolidado el principio de la libertad de expresión: es el periodismo participativo, una nueva posibilidad comunicativa de la que ya se han hecho eco diarios como el Qué, 20 minutos o The Guardian. El ciudadano deja así a un lado la pasividad que tradicionalmente le ha acompañado y se introduce en un mundo dominado por la interactividad, en un ámbito absolutamente dinámico y libre del control y de la unidireccionalidad del mensaje ejercidos por los grandes grupos de comunicación. Por otra parte, el fenómeno weblog ofrece al propio periodista una vía de comunicación libre de presiones y censuras, en la que realmente pueda ejercer su derecho de informar y opinar.

Es necesario considerar que el periodismo participativo, aunque no exento de cierta polémica (¿es realmente una forma de periodismo?), aparece como una forma alternativa de comunicación, como un complemento al consumo de información procedente de las formas tradicionales de ejercer la profesión periodística: un nuevo periodismo al alcance de todos.